Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón; así tendré qué responder al que me ultraja.
Hijo mío, sé sabio y alegra mi corazón; así podré responder a los que me desprecian.
Querido jovencito, hazme feliz actuando con sabiduría, para taparles la boca a los que quieran humillarme.
Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón; y podré responder al que me ultraja.
/nSé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón, /nY tendré qué responder al que me agravie.
Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón, y tendré qué responder al que me deshonrare.