Dios aborrece hasta la oración del que se niega a obedecer la ley.
Dios rechaza las oraciones de los que no lo obedecen.
El que aparta su oído para no oír la ley, hasta su oración es abominable.
/nEl que aparta su oído para no oír la ley, /nSu oración también es abominable.
El que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominable.