No reprendas al insolente, no sea que acabe por odiarte; reprende al sabio, y te amará.
No reprendas a los burlones, o acabarán por odiarte; mejor reprende a los sabios, y acabarán por amarte.
No reprendas al arrogante, porque te aborrecerá; reprende al sabio, y te amará.
/nNo reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; /nCorrige al sabio, y te amará.
No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca: Corrige al sabio, y te amará.