Así que, no nos juzguemos más los unos a los otros; más bien, determinad no poner tropiezo, impedimento u obstáculo al hermano.
Por tanto, dejemos de juzgarnos unos a otros. Más bien, propónganse no poner tropiezos ni obstáculos al hermano.
Ya no debemos criticarnos unos a otros. Al contrario, no hagamos que, por culpa nuestra, un seguidor de Cristo peque o pierda su confianza en Dios.
Dejemos, por tanto, de juzgarnos los unos a los otros: juzgad más bien que no se debe poner tropiezo o escándalo al hermano. -
Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano.
Por tanto, ya no nos juzguemos los unos a los otros, antes bien, determinad no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano.