Porque si los herederos son los que se basan en la ley, la fe ha sido hecha inútil y la promesa invalidada.
Porque si los que viven por la ley fueran los herederos, entonces la fe no tendría ya ningún valor y la promesa no serviría de nada.
Si la promesa de Dios fuera para los que obedecen la ley, entonces de nada serviría confiar en Dios, y su promesa no valdría de nada.
Porque si son herederos los de la ley, la fe carece de objeto, y la promesa queda abolida;
Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa.
Porque si los que son de la ley son los herederos, vana es la fe, y anulada es la promesa.