Sin debilitarse en la fe, él tuvo muy en cuenta su cuerpo ya muerto (pues tenía casi cien años) y la matriz muerta de Sara.
Su fe no flaqueó, aunque reconocía que su cuerpo estaba como muerto, pues ya tenía unos cien años, y que también estaba muerta la matriz de Sara.
Aunque Abraham tenía casi cien años, y sabía que pronto moriría, nunca dejó de confiar en Dios. Y aunque sabía que su esposa Sara no podía tener hijos,
No vaciló en su fe al considerar su cuerpo ya sin vigor - tenía unos cien años - y el seno de Sara, igualmente estéril.
Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara.
Y no se debilitó en la fe, ni consideró su cuerpo ya muerto (siendo ya como de cien años), ni la matriz muerta de Sara.