Ahora bien, si hemos muerto con Cristo, confiamos que también viviremos con él.
Si por medio del bautismo morimos con Cristo, estamos seguros de que también viviremos con él.
Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él,
Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;
Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;