Porque sabemos que la ley es espiritual; pero yo soy carnal, vendido a la sujeción del pecado.
Sabemos, en efecto, que la ley es espiritual. Pero yo soy meramente humano, y estoy vendido como esclavo al pecado.
Nosotros sabemos que la ley viene de Dios; pero yo no soy más que un simple hombre, y no puedo controlar mis malos deseos. Soy un esclavo del pecado.
Sabemos, en efecto, que la ley es espiritual, mas yo soy de carne, vendido al poder del pecado.
Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado.
Porque sabemos que la ley es espiritual; pero yo soy carnal, vendido bajo pecado.