Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús,*
Por lo tanto, los que vivimos unidos a Jesucristo no seremos castigados.
Por consiguiente, ninguna condenación pesa ya sobre los que están en Cristo Jesús.
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
AHORA, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.