Porque la intención de la carne es muerte, pero la intención del Espíritu es vida y paz.
La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz.
Si vivimos pensando en todo lo malo que nuestros cuerpos desean, entonces quedaremos separados de Dios. Pero si pensamos sólo en lo que desea el Espíritu Santo, entonces tendremos vida eterna y paz.
Pues las tendencias de la carne son muerte; mas las del espíritu, vida y paz,
Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
Porque el ocuparse de la carne es muerte, mas el ocuparse del espíritu, es vida y paz.