¿Qué concluiremos? ¿Acaso es Dios injusto? ¡De ninguna manera!
¿Y por eso vamos a decir que Dios es injusto? ¡Claro que no!
¿Qué diremos, pues? ¿Que hay injusticia en Dios? ¡De ningún modo!
¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera.
¿Qué, pues, diremos? ¿Qué hay injusticia en Dios? ¡En ninguna manera!