Porque el impío se gloría del apetito de su alma y el codicioso maldice y desprecia a Jehovah.
El malvado hace alarde de su propia codicia; alaba al ambicioso y menosprecia al Señor.
Alaban a los ambiciosos, pero a ti te menosprecian. No te buscan, porque para ellos no existes. Son groseros. Levantan la nariz y presumen de su codicia, pues sólo en eso piensan;
= (Mem.) = Sí, el impío se jacta de los antojos de su alma, el avaro que bendice menosprecia a Yahveh,
/nPorque el malo se jacta del deseo de su alma, /nBendice al codicioso, y desprecia a Jehová.
Por cuanto se alaba el malo del deseo de su alma, Y bendice al codicioso al cual aborrece Jehová.