Pon en su contra a un malvado; que a su derecha esté su acusador.[1]
Dios mío, ¡págale con la misma moneda! ¡Haz que lo acuse su propio abogado!
«¡Suscita a un impío contra él, y que un fiscal esté a su diestra;
/nPon sobre él al impío, /nY Satanás esté a su diestra.
Pon sobre él al impío: Y Satanás esté a su diestra.