Tus estatutos son mi herencia permanente; son el regocijo de mi corazón.
Tus enseñanzas son mías; ¡son la alegría de mi corazón! He decidido cumplirlas para siempre y hasta el fin.
Tus dictámenes son mi herencia por siempre, ellos son la alegría de mi corazón.
/nPor heredad he tomado tus testimonios para siempre, /nPorque son el gozo de mi corazón.
Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; Porque son el gozo de mi corazón.