Por amor a David, tu siervo, no le des la espalda a[4] tu *ungido.
Dios mío, tú elegiste a David para que fuera nuestro rey; ¡no le niegues tu apoyo! También le hiciste este juramento, y no dejarás de cumplirlo: «Tus descendientes serán reyes; ¡yo los haré reinar!
En gracia a David, tu servidor, no rechaces el rostro de tu ungido.
/nPor amor de David tu siervo /nNo vuelvas de tu ungido el rostro.
Por amor de David tu siervo No vuelvas de tu ungido el rostro.