Jehovah es mi roca, mi fortaleza y mi libertador. Mi Dios es mi peña; en él me refugiaré. El es mi escudo, el poder de mi liberación y mi baluarte.
El Señor es mi *roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva,[1] ¡mi más alto escondite!
Tú eres para mí la roca que me da refugio; ¡tú me cuidas y me libras! Me proteges como un escudo, y me salvas con tu poder. ¡Tú eres mi más alto escondite!
(3) Yahveh, mi roca y mi baluarte, mi liberador, mi Dios; la peña en que me amparo, mi escudo y fuerza de mi salvación, mi ciudadela y mi refugio.
/nJehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; /nDios mío, fortaleza mía, en él confiaré; /nMi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en Él confiaré; Escudo mío, y el cuerno de mi salvación, mi refugio.