Porque no despreció ni desdeñó la aflicción del afligido, ni de él escondió el rostro. Más bien, le oyó cuando clamó a él.
Porque él no desprecia ni tiene en poco el sufrimiento del pobre; no esconde de él su rostro, sino que lo escucha cuando a él clama.
Dios recibe a los pobres con los brazos abiertos. Dios no les vuelve la espalda, sino que atiende sus ruegos.
(25) Porque no ha despreciado ni ha desdeñado la miseria del mísero; no le ocultó su rostro, mas cuando le invocaba le escuchó.
/nPorque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido, /nNi de él escondió su rostro; /nSino que cuando clamó a él, le oyó.
Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre, Ni de él escondió su rostro; Sino que cuando clamó a Él, le oyó.