No escondas de mí tu rostro; no apartes con ira a tu siervo. Tú has sido mi ayuda; no me dejes ni me desampares, oh Dios de mi salvación.
No te escondas de mí; no rechaces, en tu enojo, a este siervo tuyo, porque tú has sido mi ayuda. No me desampares ni me abandones, Dios de mi salvación.
Yo estoy a tu servicio. No te escondas de mí. No me rechaces. ¡Tú eres mi ayuda! Dios mío, no me dejes solo; no me abandones; ¡tú eres mi salvador!
No me ocultes tu rostro. No rechaces con cólera a tu siervo; tú eres mi auxilio. No me abandones, no me dejes, Dios de mi salvación.
/nNo escondas tu rostro de mí. /nNo apartes con ira a tu siervo; /nMi ayuda has sido. /nNo me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación.
No escondas tu rostro de mí, No apartes con ira a tu siervo: Mi ayuda has sido; No me dejes y no me desampares, Dios de mi salvación.