Bendito sea el Señor, que ha oído mi voz suplicante.
¡Bendito seas, Dios mío, por atender a mis ruegos! Tú eres mi fuerza; me proteges como un escudo. En ti confío de corazón, pues de ti recibo ayuda. El corazón se me llena de alegría, por eso te alabo en mis cantos.
¡Bendito sea Yahveh, que ha oído la voz de mis plegarias!
/nBendito sea Jehová, /nQue oyó la voz de mis ruegos.
Bendito Jehová, Que oyó la voz de mis ruegos.