Pero cuando yo tropecé, ellos se alegraron y se reunieron. Se reunieron contra mí los calumniadores, sin que yo lo supiera. Me despedazaban y no cesaban.
Pero yo tropecé, y ellos se alegraron, y a una se juntaron contra mí. Gente extraña,[2] que yo no conocía, me calumniaba sin cesar.
Pero cuando me vieron caído, esos testigos lo festejaron. Como si fueran unos extraños a los que yo no conociera, se pusieron en mi contra y hablaron mal de mí; ¡sus ojos reflejaban odio!
Ellos se ríen de mi caída, se reúnen, sí, se reúnen contra mí; extranjeros, que yo no conozco, desgarran sin descanso;
/nPero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron; /nSe juntaron contra mí gentes despreciables, y yo no lo entendía; /nMe despedazaban sin descanso;
Pero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron; Se juntó contra mí gente despreciable, y yo no lo entendía: Me despedazaban, y no cesaban;