En la oscuridad deambula el hombre; de veras, en vano se inquieta por acumular, y no sabe quién lo recogerá.
un suspiro que se pierde entre las sombras. Ilusorias son las riquezas que amontona,[1] pues no sabe quién se quedará con ellas.
Nuestra vida es pasajera; de nada nos sirve amontonar riquezas si al fin y al cabo otros se quedarán con ellas.
(7) nada más una sombra el humano que pasa, sólo un soplo las riquezas que amontona, sin saber quién las recogerá.»
/nCiertamente como una sombra es el hombre; /nCiertamente en vano se afana; /nAmontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.
Ciertamente en tinieblas anda el hombre; Ciertamente en vano se inquieta: Acumula riqueza, y no sabe quién la recogerá.