De los que llaman sus tierras con sus nombres, sus tumbas son sus casas para siempre, y sus moradas de generación en generación.
Aunque tuvieron tierras a su nombre, sus tumbas serán[1] su hogar eterno, su morada por todas las generaciones.
Podrán haber tenido tierras, y haberlas puesto a su nombre, pero su hogar permanente será tan sólo la tumba; ¡de allí no saldrán jamás!
(12) Sus tumbas son sus casas para siempre, sus moradas de edad en edad; ¡y a sus tierras habían puesto sus nombres!
/nSu íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas, /nY sus habitaciones para generación y generación; /nDan sus nombres a sus tierras.
En su interior piensan que sus casas serán eternas, Y sus habitaciones para generación y generación: Dan sus nombres a sus tierras.