Porque has librado mi vida de la muerte y mis pies de la caída, para que ande delante de Dios en la luz de la vida.
Tú, oh Dios, me has librado de tropiezos, me has librado de la muerte, para que siempre, en tu presencia, camine en la luz de la vida.
Tú, mi Dios, me libraste de caer, me libraste de morir, para que nunca deje yo de andar en tu presencia que es la luz de la vida.
(14) pues tú salvaste mi alma de la muerte, para que marche ante la faz de Dios, en la luz de los vivos.
/nPorque has librado mi alma de la muerte, /nY mis pies de caída, /nPara que ande delante de Dios /nEn la luz de los que viven.
Porque has librado mi vida de la muerte, Y mis pies de caída, Para que ande delante de Dios En la luz de los que viven.