La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. Esperé que alguien se compadeciera de mí, y no hubo quién. Busqué consoladores y no hallé ninguno.
Los insultos me han destrozado el corazón; para mí ya no hay remedio. Busqué compasión, y no la hubo; busqué consuelo, y no lo hallé.
Cuando escucho sus ofensas, se me rompe el corazón; ¡no tengo ánimo para nada! Esperaba hallar apoyo y consuelo, y no los recibí;
(21) El oprobio me ha roto el corazón y desfallezco. Espero compasión, y no la hay, consoladores, y no encuentro ninguno.
/nEl escarnio ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. /nEsperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo; /nY consoladores, y ninguno hallé.
La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado: Y esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo: Y consoladores, y ninguno hallé.