Aun en la vejez y en las canas, no me desampares, oh Dios, hasta que proclame a la posteridad las proezas de tu brazo, tu poderío a todos los que han de venir,
Aun cuando sea yo anciano y peine canas, no me abandones, oh Dios, hasta que anuncie tu poder a la generación venidera, y dé a conocer tus proezas a los que aún no han nacido.
19 Dios mío, aunque estoy lleno de canas, no me abandones; todavía quiero decirles a los que aún no han nacido que tú eres un Dios poderoso. Eres incomparable, pues has hecho grandes cosas; tu justicia llega hasta el cielo.
Y ahora que llega la vejez y las canas, ¡oh Dios, no me abandones!, para que anuncie yo tu brazo a todas las edades venideras, ¡tu poderío
/nAun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, /nHasta que anuncie tu poder a la posteridad, /nY tu potencia a todos los que han de venir,
Y aun hasta la vejez y las canas; oh Dios, no me desampares, Hasta que muestre tu fortaleza a esta generación, Tu poder a todos los que han de venir.