¡Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, y en cuyo corazón están tus caminos!
Dichoso el que tiene en ti su fortaleza, que sólo piensa en recorrer tus sendas.
¡Qué felices son los que de ti reciben fuerzas, y de todo corazón desean venir hasta tu templo!
(6) Dichosos los hombres cuya fuerza está en ti, y las subidas en su corazón.
/nBienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, /nEn cuyo corazón están tus caminos.
Bienaventurado el hombre que tiene su fortaleza en ti; En cuyo corazón están tus caminos.