no endurezcan el corazón, como en Meribá,[1] como aquel día en Masá,[2] en el desierto,
no seamos tercos, como cuando nos rebelamos en el desierto, cerca de Masá.
«No endurezcáis vuestro corazón como en Meribá, como el día de Massá en el desierto,
/nNo endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, /nComo en el día de Masah en el desierto,
No endurezcáis vuestro corazón como en Meriba, Como el día de Masa en el desierto;