Sabed, mis amados hermanos: Todo hombre sea pronto para oír, lento para hablar y lento para la ira;
Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse;
Mis queridos hermanos, pongan atención a esto que les voy a decir: todos deben estar siempre dispuestos a escuchar a los demás, pero no dispuestos a enojarse y hablar mucho.
Tenedlo presente, hermanos míos queridos: Que cada uno sea = diligente para escuchar y tardo = para hablar, tardo para la ira.
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea presto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;