Volvió a orar, y el cielo dio su lluvia y la tierra produjo sus frutos.
Después volvió a orar, ¡y llovió y la tierra dio sus cosechas!
Después oró de nuevo y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.
Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.
Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.