¡Ay del pastor inútil que abandona el rebaño! La espada hiera su brazo y su ojo derecho. Séquese del todo su brazo, y oscurézcase por completo su ojo derecho.'
¡Ay del pastor inútil que abandona su rebaño! ¡Que la espada le hiera el brazo, y el puñal le saque el ojo derecho! ¡Que del brazo quede tullido, y del ojo derecho, ciego!
»¡Que mal le va a ir al pastor inútil, que no cuida del rebaño! ¡Ojalá que con una espada le corten una mano, y que con un cuchillo le saquen los ojos!»
¡Ay del pastor inútil que abandona las ovejas! ¡Espada sobre su brazo y sobre su ojo derecho; que su brazo se seque del todo, y del todo se oscurezca su ojo!»
¡Ay del pastor inútil que abandona el ganado! Hiera la espada su brazo, y su ojo derecho; del todo se secará su brazo, y su ojo derecho será enteramente oscurecido.
Hay del pastor inútil que abandona el rebaño. Espada sobre su brazo, y sobre su ojo derecho; del todo se secará su brazo, y enteramente será su ojo derecho oscurecido.