Se oye un gemido de pastores, porque su esplendor es desolado. Se oye el rugido de los cachorros de león, porque la espesura del Jordán es destruida.
Escuchen el gemido de los pastores; ¡sus ricos pastizales han sido destruidos! Escuchen el rugido de los leones; ¡la espesura del Jordán ha quedado devastada!
Los pastores lloran desesperados, porque sus verdes pastos se quemaron; los leones rugen furiosos, porque los llanos del río Jordán ahora parecen un desierto».
Se oye gemido de pastores, porque ha sido arrasado su esplendor, se oye rugido de leones, porque ha sido arrasada la gloria del Jordán.
Voz de aullido de pastores, porque su magnificencia es asolada; estruendo de rugidos de cachorros de leones, porque la gloria del Jordán es destruida.
Voz de aullido de pastores, porque su magnificencia es asolada; estruendo de rugidos de cachorros de leones, porque la soberbia del Jordán es destruida.