Apacenté, pues, las ovejas destinadas al matadero, a cuenta de los comerciantes de ovejas. Entonces tomé dos cayados; al uno le puse por nombre Gracia, y al otro, Vínculo. Y apacenté las ovejas.
Así que me dediqué a cuidar las ovejas que los mercaderes habían destinado al matadero. Tomé dos varas de *pastor: a una le puse por nombre Gracia, y a la otra Unión, y me dediqué a cuidar del rebaño.
Yo me dediqué a cuidar de las ovejas que irían al matadero, y di especial atención a las ovejas más débiles. Tenía yo dos varas de pastor; a una de ellas la llamé «Bondad», y a la otra la llamé «Unión».
Apacenté, pues, las ovejas de matadero destinadas a los tratantes de ovejas, y me procuré dos cayados: a uno lo llamé «Gracia» y al otro «Vínculo». Me puse a apacentar las ovejas,
Apacenté, pues, las ovejas de la matanza, esto es, a los pobres del rebaño. Y tomé para mí dos cayados: al uno puse por nombre Gracia, y al otro Ataduras; y apacenté las ovejas.
Apacenté, pues, las ovejas de la matanza, es a saber, los pobres del rebaño. Y me tomé dos cayados; al uno puse por nombre Suavidad, y al otro Ataduras; y apacenté las ovejas.