Volví a alzar mis ojos y miré. Y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes. Aquellos montes eran de bronce.
Alcé de nuevo la vista, ¡y vi ante mí cuatro carros de guerra que salían de entre dos montañas, las cuales eran de bronce!
Levanté otra vez la vista, y vi ante mí cuatro carros de guerra. Los carros salían de en medio de dos montañas de bronce.
Alcé otra vez los ojos y tuve una visión: Eran cuatro carros que salían de entre dos montes; y los montes eran montes de bronce.
De nuevo alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes; y aquellos montes eran de bronce.
Y ME volví, y alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes; y aquellos montes eran de bronce.